El conflicto en las fincas 1, 2 y 3 de Bandeco en Daytonia de Sixaola, Limón, que hoy cumple un mes, no fue solucionado el fin de semana, tal como lo esperaba el gobierno, que envió a Ana Gabriel Zúñiga, viceministra de la Presidencia.
La funcionaria llegó el viernes a la zona bajo un torrencial aguacero y se reunió primero con ambas partes por separado, y el sábado con los dos sindicatos involucrados y con la empresa, sin embargo sus esfuerzos de poner fin al conflicto fueron en vano, por lo que las partes volverán a las mesas de diálogo.
Noé Anastasio Santo, secretario general de la Unión de Trabajadores Bananeros de Sixaola (Untrabasi), explicó ayer que no hubo ningún acercamiento desde el principio del encuentro.
“La señora Viceministra nos pidió que quería que no hubiera más bloqueos a la vía y que levantemos el movimiento, pero nosotros le dijimos que lo haríamos cuando la otra gente nos dejara trabajar.
Pero ellos, los que tienen tomada la planta, dijeron que solo lo harán una vez que sean reinstalados todos los despedidos y ahí se estancó la conversación”, declaró.
Hace tres semanas empezó el conflicto, luego de que Bandeco resolvió despedir a más de 300 trabajadores y al día siguiente recontratar solo a un grupo de ellos, dejando por fuera a los afiliados al Sindicato de Trabajadores de la Empresa Pública y Privada (Sitepp).
La empresa productora de banano días atrás denunció la convención colectiva y firmó una nueva con Untrabasi alegando que Sitepp había perdido la legitimidad para negociar al ser minoritario en afiliación.
Ante esto los afiliados de Sitepp se levantaron en huelga y tomaron las instalaciones de Bandeco y afuera de la finca, sobre la ruta 36 (Limón-Sixaola), los de Untrabasi se manifestaron para que los otros les permitieran trabajar.
Ante esto, bajo la mediación del Ministerio de Trabajo y la Defensoría de los Habitantes, se hizo un levantamiento de las listas de afiliación de ambos sindicatos para que el que tuviera mayoría antes del 30 de noviembre del año pasado sea el que negocie con la empresa.
Este proceso se atrasó varias veces por inconsistencias entre las planillas de la empresa y los trabajadores reportados a la Caja de Costarricense Seguro Social.
No obstante el conteo determinó que Untrabasi tenía 330 afiliados y Sitepp 296. El conflicto no acabó y el segundo no reconoció el resultado porque asegura que sus adversarios hicieron trampa al recibir el apoyo de la empresa.
El conflicto es visto desde tres ángulos: para Sitepp es una huelga justa por el derecho al trabajo, para Bandeco es un conflicto de invasión de la propiedad privada por unos exempleados y para el gobierno un conflicto social y no huelga de desempleados que invadieron una finca y no dejan trabajar.
Marco Leandro | Lunes 16 Febrero, 2015